domingo, 22 de abril de 2012

Primera impresión del curso

Lo primero que tengo que decir es que el curso ha superado mis expectativas. No sabía si sería un curso muy profesional, ya que este tipo de curso no está regulado por ninguna administración, ni asociación, ni nada similar. Va todo por libre. Me sorprendí al conocer a la profesora y el primer temario fue precisamente cómo ser un profesional en este campo y no un "cualquiera" que va entreteniendo con su perro a diferentes colectivos. 

En segundo lugar, comentar que los compañeros son todos estupendos y hay muy buen ambiente. Claro que la profesora ayuda mucho a que las clases sean amenas, ya que son 8 horas de clase y cansa mucho. Sobretodo las de después de comer.

Ya nos han enseñado a evaluar a un perro para saber si es adecuado o no para terapia. Pancho y Nina han pasado la prueba, aunque cada uno servirá para trabajos en la terapia distintos. La semana que viene sabré exactamente la evaluación de cada uno, ya que todavía no he pasado los datos al programa de evaluación. Aunque una vez evaluados varios perros, ya te haces una idea de las características que ha de reunir cada uno.

También nos han iniciado en el adiestramiento de un perro de terapia. Y al contrario de lo que yo pensaba, no ha de ser un perro adiestrado en obediencia. Hay unas pautas muy claras y siempre hay que seguirlas.

Una de las cosas que más han remarcado es que una de las labores más importantes del Técnico es la de garantizar la calidad de vida del perro y siempre velar por su integridad física y mental. Ya que la del sujeto de terapia es responsabilidad del Terapeuta, psicólogo, fisio, etc. 

En unos días iré añadiendo datos más concretos. Primero tengo que repasar todo el temario. 



jueves, 19 de abril de 2012


TERAPIA ASISTIDA CON ANIMALES Y NIÑOS CON TRASTORNOS DE DEFICIT DE ATENCION E HIPERACTIVIDAD.


Buscando información sobre las TAA, he encontrado este artículo que me parece muy interesante de Miguel Ángel Signes Llopis, Experto en problemas de comportamiento, modificación de conducta, Asesor y  Terapeuta canino certificado por AEPE en el Curso Máster de Etología Canina Avanzada. 


Hart (2.003):  “Los efectos calmantes de los animales son especialmente valiosos con los 
niños que muestran alteraciones de falta de atención e hiperactividad y trastornos de 
conducta y han servido de base para intervenciones  terapéuticas. Una amplia serie de 
estudios en un entorno educativo ha mostrado que los animales atraían y mantenían la 
atención de los niños y dirigían su atención al exterior (Katcher & Wilkins, 1.997). Calmar 
a los niños fue un primer paso esencial. Una vez que su atención había sido movilizada y 
dirigida hacia fuera, la agitación y las agresiones disminuían, mejorando el entorno 
educativo. Las mejoras en la conducta se generalizaron a otras situaciones pedagógicas, 
pero no a todas”. 

Sabemos que los niños y los adolescentes con Trastornos Déficit de Atención (T.D.A) e 
Hiperactividad (H) tienen problemas psicosociales y suelen mostrar: impulsividad, 
agresividad, impaciencia, trastornos conductuales,  falta de tacto en el trato con otras 
personas, búsqueda de sensaciones nuevas por lo que suelen adoptar comportamientos de 
riesgo, conductas desafiantes, baja autoestima,  problemas en la atención, concentración, 
aprendizaje y en el rendimiento; lo que provoca fracaso escolar y conflictos en las relaciones 
interpersonales, entre otros problemas.  
También estos niños y adolescentes suelen tener ansiedad,  estrés y depresión y un animal de 
compañía tiene un impacto directo tanto en la respuesta psicológica como en la fisiológica, 
reduciendo estas sintomatologías.  Friedmann (2.003) dice a este respecto: “la observación 
implícita o el estar en presencia de animales tiene un impacto directo tanto en la respuesta 
fisiológica (Friedmann et al., 1.983b) como en la salud psicológica: menor ansiedad 
(Sebkova, 1.977) y menos depresión (Holcomb et al., 1.997)”. Serpell (2.003) dice respecto 
al estrés:  Los animales de compañía pueden proporcionar a las  personas una forma de 
apoyo social que reduce y amortigua el estrés (McNicholas & Collis, 1995; Serpell, 1996; 
Siegel, 1990). 

El acariciar a un animal es beneficioso para la salud y el bienestar de una persona ya que la 
calidad de relaciones sociales dependen en gran parte del tacto. Las sesiones de Terapia o 
Educación son una gratificación táctil, con valor terapéutico,  tanto para la mejora de la salud 
psicológica como en la física. Fine (2003): “Baun et al. (1984) opinan que los animales 
poseen un efecto tranquilizador sobre las personas  y reducen su nivel de excitación. Los 
datos de su estudio relacionaron el contacto táctil con un perro con bajas presiones 
sanguíneas inducidas experimentalmente”. 

Los Objetivos a alcanzar en las sesiones de Educación  o Terapia Asistida con  Animales con 
este colectivo, son entre otros, los siguientes: 
  • Mayor motivación, atención y concentración en su entorno inmediato. 
  • Incremento en la motivación frente a actividades como la lectura, el aprendizaje y el 
  • trabajo en equipo, mejorando la capacidad para seguir  instrucciones.  
  • Reducción de la impulsividad y la agresividad. 
  • Mejora de la autoestima y la autodisciplina. 

A los animales de compañía y  para alcanzar los objetivos anteriores, se  pueden aplicar en 
las sesiones de Educación o Terapia de las siguientes maneras: 
  • Como Fuente de Tranquilidad y Atención. 

Serpell (2.003): “Los animales pueden inducir un estado de relajación inmediata, 
psicológicamente tranquilizador, por el simple hecho de atraer y mantener nuestra atención 
(Katcher et al., 1983)”.
Los animales de compañía son de gran utilidad ya que atraen  y mantienen la atención de 
niños o adolescentes con T.D.A.H, llegando a mejorar el entorno educativo y terapéutico. Es 
más, la atención dirigida hacia un perro, se asocia a una inhibición del comportamiento del 
niño y/o adolescente, ya que éste no sabe, ni puede predecir, que va ha hacer el animal. 
Katcher y Wilkins (2.003) dicen a este respecto: “La atención dirigida a los animales se 
asocia con una inhibición del comportamiento porque el niño no sabe que va ha hacer el 
animal. El animal constituye un estímulo que presenta novedades constantes. La inhibición 
del comportamiento crea un espacio de tiempo durante el cual el niño puede formular 
preguntas acerca del animal. El animal crea una “necesidad de saber” o una curiosidad 
que solo puede ser satisfecha si el niño formula las preguntas adecuadas”. 
  • Como Objeto transicional.  

El utilizar a un perro como objeto transicional puede convertirse en una defensa muy efectiva 
contra el estrés, la ansiedad y la  inseguridad, siendo éste  para el niño y/o adolescente una 
forma segura e inocua de reducir estos síntomas. Es más, un animal “les abre la puerta” 
facilitando la expresión de sentimientos y explicándole experiencias que no le han  contado 
al Terapeuta. 
También usando a un perro como objeto transicional se puede trabajar con los niños y los 
adolescentes: la atención, la concentración, el fomento de  la autodisciplina, el aumento de la 
autoestima, la sensibilidad, el amor sin propiedad, el  compartir vivencias y posesiones, el 
área socio emocional, el reforzamiento lógico matemático,  la capacidad de cálculo 
matemático y el asociar números a cantidades; el respetar turnos y el  seguimiento de 
instrucciones; programas de lectura y dicción, entre otras múltiples aplicaciones. 
  • Como Elemento no Amenazador y Compañero de Juego.  

Para que el tratamiento sea más efectivo es bueno disponer de un marco en el que el niño o 
adolescente no se sienta amenazado o desafiado. Sabemos que los animales son menos 
desafiantes que los humanos lo que permiten mejorar su habilidad de relacionarse sin 
amenazas. Seguidamente, es más fácil que trasladen su interés hacia otros seres vivos, como 
el educador o terapeuta, lo que facilitará la comunicación entre ambos, haciendo el animal de 
“lubricante social”.  Katcher y Wilkins (2.003) dicen a este respecto: “Puesto que la http://www.voraus.com 
presencia del animal dirige la atención del niño hacia el exterior, reduce el nivel de 
excitación y permite que el niño perciba con más precisión el comportamiento de los 
terapeutas y otros niños, inhibiendo de esta manera la utilización de los prejuicios negativos 
acerca de la intención del terapeuta. Esta tendencia favorecía el desarrollo de una red de 
atribuciones positivas hacia el animal, el personal relacionado con los animales y los otros 
niños”.  

En cuanto a la utilización de un animal como compañero de juego, sabemos que es más 
efectivo que los juegos o juguetes tradicionales ya que al ser un ser vivo provoca una gama 
de reacciones más amplia; así como, es capaz de proporcionar mucha interacción. Katcher y 
Wilkins (2.003) dicen: “La manera de jugar de los niños TDAH y trastornos de conducta 
tienden a hacer atribuciones negativas acerca de sus compañeros, sus padres y los adultos, 
proyectando hostilidad y justificando su propio comportamiento agresivo. La gente 
relacionada con los animales es percibida de forma positiva, y al introducir los animales en 
la terapia existe una mayor interacción positiva entre el paciente y el terapeuta”.  
  • Como Potenciador del Aprendizaje. 

Ruckert (2.007): “En el curso de mis investigaciones y entrevistas, he comprobado que entre 
los animales y los niños se forma un vínculo especial que contribuye a un aprendizaje 
saludable. Desde el momento en que el niño o la niña se encuentra con el animal, éste le 
servirá de maestro, amigo y terapeuta”. También Melson (1.990)  nos dice que un perro es 
beneficioso para el desarrollo del niño. 
Sabemos que un animal de compañía no solo modifica  el entorno educativo y terapéutico 
sino que además, en niños con T.D.A.H., les puede ayudar a aprender nuevas habilidades y a 
reducir los problemas de comportamiento. Burch   (2.003) dice a este respecto: “Además de 
ayudar en el aprendizaje de nuevas habilidades, la  presencia de animales en entornos 
terapéuticos puede ser útil para reducir problemas de conducta de los pacientes”.  
En un niño con problemas de comportamiento el hecho de realizar una actividad encaminada 
a cuidar, alimentar, cepillar o prepararle la cama a un perro, no solo aumenta la autoestima, 
fortalece la socialización y desarrolla la empatía; si no que estas actividades son las 
adecuadas en el tratamiento de personas con un comportamiento antisocial, un pobre sentido 
de la responsabilidad y un bajo nivel de autoestima. Katcher y Wilkins (2.003) dicen: “La 
competencia conseguida a través del dominio del miedo, el aprendizaje de los 
comportamientos necesarios para cuidar a los animales y el incremento de la habilidad para 
experimentar una interacción social gratificante con los animales, con el personal y con 
otros niños, aumentaría la autoestima y la probabilidad de que el niño deseara aprender en 
otros contextos”. 
Además, es aplicable en niños en los que el habla controlada no está bien desarrollada, 
pudiéndose  utilizar un perro para potenciar el aprendizaje. El niño le daría órdenes y el 
animal las cumpliría (siéntate, échate, vete a tu sitio, saluda, tráeme la pelota, etc.). Katcher y 
Wilkins (2.003) dicen: “Descomponiendo el proceso de aprendizaje en unidades en las que 
el educador explica y muestra cómo actuar, se ayuda al niño a desarrollar una capacidad  
para el habla controlada que es la guía del comportamiento moral y favorable a la 
resolución de problemas en los niños normales (Vygostky, 1986)”.    http://www.voraus.com 

  • Como Modelo.  

Un ejemplo de la utilización del perro como modelo lo podríamos obtener cuando tratamos 
de fomentar la autodisciplina en el niño o adolescente. El  simple hecho de adiestrar a un 
perro en la obediencia hace que perfeccione su capacidad de autodisciplina, además de 
fomentar la concentración y la seguridad.
También en  un niño que fracasa por falta atención  y concentración en la realización de 
ejercicios matemáticos. Con un perro se puede trabajar esta área como modelo, realizando el 
siguiente ejercicio matemático: En una pared de la sala se ponen los número del 0 al 9 y los 
signos de la suma (+), resta (-), división (:) y  multiplicación (x).   Se le pregunta al niño que 
quiere que calcule el perro.  El niño, por ejemplo, le  contesta que quiere multiplicar 25 por 
4. El perro le dice al niño el resultado, 100, tocando con el hocico los números, 1, 0, 0. 
Seguidamente, es el animal, tocando mediante el hocico, el que le dice al niño el cálculo que 
tiene que hacer. Si el niño se equivoca, el perro le puede ayudar hasta lograr el fin, que el 
niño realice correctamente el cálculo. http://www.voraus.com 
Al Canis Familiaris también se le puede utilizar como modelo para trabajar con niños que tengan 
problemas de lectura. Aquí tenemos a  Airon “leyendo una revista” 
Como Cómplice. 
Con estos niños se puede utilizar al animal como cómplice. Por ejemplo, en el ejercicio 
matemático anterior el/la terapeuta les puede pedir que hagan uno o dos cálculos juntos. El 
niño dice los resultados y el perro los marca con el hocico.  
Otro ejemplo sería que el niño y el perro han estado jugando con unas pelotas. Una vez 
finalizan el juego, al niño y al perro se les puede pedir que las guarden en un cajón. Ambos 
participan en el seguimiento de instrucciones habiendo una complicidad entre ellos. 
  • Como Reforzador de Conductas. 

Con este colectivo de niños utilizando a un Canis familiaris como reforzador de conductas se 
pueden trabajar muchos aspectos: la atención, concentración, bajada de la ansiedad, aumento 
de la autoestima y confianza en sí mismo, la autodisciplina, el seguimiento de instrucciones,  
entre otros. 
En un niño hiperactivo que ya tiene interés por el animal y quiere jugar con él; el terapeuta, 
antes de iniciar el juego, puede pedirle que permanezca sentado durante un tiempo y de este 
modo trabajar la tranquilidad y el seguimiento de instrucciones.    
Por otra parte, en un niño con T.D.A., si el objetivo es trabajar el mantenimiento de la 
atención durante un tiempo, la concentración, la responsabilidad  y el aumento de la 
autoestima, se le podría asignar la tarea de alimentar al animal, rellenando un juguete http://www.voraus.com 
interactivo del perro con bolitas de pienso y que una vez  ha finalizado de rellenar, se le da al 
perro para que saque las bolitas de su interior. El perro al tocar el juguete con la pata o el 
hocico hace caer las bolitas de pienso y se las come, reforzando la conducta del niño.  

En definitiva, la utilización de animales de compañía, especialmente el  Canis familiaris,  
como herramienta al servicio del Educador/a o Terapeuta  potencia el aprendizaje, modifica 
el entorno educativo y terapéutico y facilita que se logren los objetivos más rápidamente, 
Resultando especialmente útil en niños con Trastornos Déficit de Atención e Hiperactividad, 
mejorando su calidad de vida y su integración social. 

Bibliografía
Cusack, O. (2.008): Animales de Compañía y Salud Mental. 2ª Edición. Fundación  Affinity. 
Fine A. H. (2003): Manual de Terapia Asistida por Animales. Fundación  Affinity.  
Levinson, B.M (2.006): Psicoterapia Infantil  Asistida por Animales. Fundación  Affinity. 
Ruckert, J. (2.007): Terapia a cuatro patas. 2ª Edición. Fundación  Affinity. 
Rodrigo, M. & Signes, M. A. (Agosto, 2009) en: “Animales de Compañía y Niños: Una Relación Educativa y 
Terapéutica” (www.ataaasafor.es). Consultado el 05/09/09. 

Miguel Ángel Signes Llopis. Presidente de la Asociación de Terapias y Actividades 
Asistidas con Animales de la Safor (www.ataaasafor.es). Experto en problemas de 
comportamiento, modificación de conducta, Asesor y  Terapeuta canino certificado por 
AEPE en el Curso Máster de Etología Canina Avanzada. Trabaja en el Área de Etología 
Clínica  y de Terapias de la Asociación para el Estudio del Perro y su Entorno de la que es 
socio (www.aepe.net). Curso de Etología Clínica y Bienestar Animal impartido en la UEX. 
Técnico en Terapia Asistida con Animales por la Fundación Bocalán. Autor de varios 
artículos científico-técnicos de Etología Clínica Canina y de Terapias Asistidas con 
Animales. Colaborador del Portal de Veterinaria Argos del Grupo Asís 
(http://argos.portalveterinaria.com/) y de la Revista “Especies”. Asociado de la Asociación 
Española de Terapias Asistidas con Animales y Naturaleza (www.aetana.es). 




De consultora a Técnica en  Terapia Asistida por Perros (TTAP)

Uno de los motivos de iniciar este blog es porque empiezo un curso para obtener el título de Técnico en Terapias Asistidas por Perros. Toda mi vida he querido trabar con animales aunque mi formación y mi profesión no tiene mucha relación, ya que me dedico profesionalmente a la asesoría de empresas en todo lo relacionado con inversión, financiación y marketing. 
He decidido darle un giro a mi vida profesional y reinvertarme. Es una decisión que cuesta mucho tomar, ya que hay muchos factores en mi vida que influyen a la hora de decidirme, como mi marido y mi hija, mi actual trabajo, la situación actual de la economía de nuestro país, etc. La verdad es que hace tiempo que quiero tomarla, pero siempre tengo alguna excusa para no hacerlo. Y ya está bien. 

Muchos os preguntaréis qué hace un Técnico en Terapia asistida por Perros, pues su función es la de conocer, planificar y llevar a cabo protocolos terapéuticos (basados en la interacción con el perro) para ayudar a psiquiatras, psicólogos, fisioterapeutas y otros técnicos superiores que estén a cargo de los sujetos de terapia y de su mejora. El Técnico en Terapia Aisitida por Perros (TTAP) debe conocer qué áreas puede mejorar este tipo de terapias para poder diseñar y poner en marcha las sesiones de trabajo de manera eficaz. 

Para que quede más claro, el Técnico, junto con un psicólogo, fisioterapeuta u otro profesional(depende de cada terapia), diseña la terapia que más se ajuste al paciente(puede ser un anciano con alzheimer, un niño con autismo, un enfermo crónico, un niño con infarto cerebral, síndrome de down, etc.) y elige al perro más adecuado para la terapia. El protagonista de la terapia no es el perro, sino el sujeto de la terapia, ya que el perro es el vehículo para obtener el objetivo de la terapia.( mejora habilidades motoras, baja el nivel de ansiedad, mejora la relación social, ayuda a recordar normas básicas de higiene, etc).

La verdad es que la Terapia con Perros es tan beneficiosa, que tendré que ir explicando poco a poco en qué consiste realmente y sus beneficios. Lo explicaremos detenidamente a medida que vaya avanzando con el curso. También hemos de tener en cuenta los riesgos que tiene hacer una terapia con Perros, que también los hay. Los iremos comentando.

En este curso, tengo la opción de inicial el adiestramiento de mis dos perros para la terapia y el sábado asistiré con ellos.

Este es Pancho. Mestizo de Golden Retriever y Mastín de montaña. Es un macho de 11 meses castrado. Muy sociable, cariñoso, obediente y le encanta estar con la gente. 
Lo adoptamos cuando tenía tres meses y ha sido la mejor decisión de mi vida. Convive con Nina, la otra perita y con Tito, nuestro gato, así como con las gallinas y cualquier otro animal.
Es un encanto de perro.
Esta e Nina. Una hembra de 6 meses de Mastín del Pirineo. Nos decidimos a cogerla porque es una raza de origen español que estuvo hace tres décadas en peligro de extinción. Nuestra intención es conservar la raza junto con el Club del Mastín, del que soy socia, y mejorarla para evitar que haya enfermedades como la displaxia de cadera. Es una perra muy cariñosa y bastante cabezota. Aunque es muy tranquila y le encanta que le presten atención.



Son los perros más guapos del Mundo!!!